El reciente análisis del senador colombiano Iván Cepeda Castro en el programa Entre Líneas de HispanTV, dirigido y presentado por Juan Alberto Sánchez Marín, ofrece una perspectiva crucial sobre los desafíos internos y el reposicionamiento internacional de Colombia.
Cepeda, considerado una de las figuras más importantes del progresismo en el país y defensor incansable de la paz y los derechos humanos, aborda temas que definen la realidad política y social colombiana, desde la persistente violencia y la corrupción hasta la ambiciosa agenda de integración latinoamericana y el nuevo papel de Colombia en la escena global.
El título mismo de la conversación, “Nadie por fuera de la justicia,” anticipa el eje central de su lucha contra la impunidad histórica.
El discurso de Iván Cepeda Castro es una declaración de principios sobre la coherencia moral y la persistencia institucional.
El senador, cuyo propósito es asegurar la continuidad del proyecto de cambio que lidera el presidente Petro, admite las dificultades inherentes a gobernar en un estado históricamente trazado a la medida de los círculos de poder tradicionales, un entorno que él describe como plagado de «mafias y truhanes».
Su mensaje central es que las transformaciones en Colombia requieren tiempo y una lucha integral que no solo confronte las violencias de 60 años, sino que también use la justicia para desmantelar la impunidad estructural, incluso, cuando el movimiento progresista se enfrenta a sus propios desafíos internos, como la corrupción.
Es la visión de un defensor de derechos humanos que entiende que la paz, en su sentido más amplio, es inseparable de la justicia social y la soberanía internacional.
Un conflicto de 60 años no se resuelve de un día para otro
El senador Cepeda subraya la necesidad de una mirada estratégica, paciente y apreciativa para abordar el conflicto armado en Colombia, que se extiende por seis décadas, este enfoque es fundamental para quienes trabajan en la construcción de la paz.
Colombia ha experimentado avances tangibles en materia de paz en las últimas décadas, un ejemplo claro es la Constitución que rige el país hoy, la cual es una construcción de un proceso de paz.
El actual presidente Gustavo Petro fue protagonista de un proceso donde una guerrilla urbana se transformó en una fuerza política, lo que evidencia los pasos dados hacia la superación de la violencia.
A pesar de estos logros, superar el conflicto en todas sus connotaciones es un proceso continuo, la guerrilla más antigua del hemisferio occidental, el ELN, aún se mantiene en armas.
Aunque se han desarrollado avances en el proceso de diálogo con el ELN durante el actual gobierno, todavía queda mucho por hacer. La paz, en la visión de Cepeda, está intrínsecamente ligada a los cambios sociales necesarios para transformar la sociedad colombiana.
El narcotráfico es un factor que atraviesa toda la realidad del país
El narcotráfico y las economías ilícitas penetran profundamente la economía en Colombia y en vastas regiones del continente. Es un factor sistémico que atraviesa la realidad del país.
Cepeda considera que es «un poco ingenuo» e incluso «hipócrita» pensar que el narcotráfico opera al margen de ciertas instituciones, con una historia que se extiende por casi 50 años. El fenómeno ha logrado impregnar el Estado, los gobiernos y las organizaciones armadas, lo que exige que el problema sea abordado en toda la complejidad.
Nadie por fuera de la justicia
La trayectoria personal de Iván Cepeda está marcada por la búsqueda de la justicia. Su padre, el senador Manuel Cepeda, fue asesinado por paramilitares y militares de alto rango bajo órdenes de élites económicas y políticas, un crimen que el propio Cepeda tuvo que investigar ante la inacción del estado.
A partir de esta dura historia, asumió la lucha por los derechos humanos en un país de víctimas.
La justicia judicial representa una vía crucial para lograr transformaciones sociales. El proceso que llevó a la condena en primera instancia del expresidente Álvaro Uribe Vélez por fraude procesal y soborno a testigos es un ejemplo paradigmático de que la justicia en Colombia puede interpelar a cualquier persona, trascendiendo el mero plano penal.
Este caso es relevante no solo por tratarse de un exjefe de estado, sino porque Uribe ha sido una figura fundamental de la extrema derecha con influencia en Colombia y América Latina durante décadas.
Aun así, la justicia no está exenta de las problemáticas nacionales; si bien la corrupción ha permeado el Estado, incluyendo a algunos jueces, existen investigadores y juezas valientes que han cumplido su tarea, a pesar de los riesgos de exilio o asesinato.
No pudimos evitar la corrupción de algunos funcionarios
Al reflexionar sobre los desafíos del actual gobierno progresista liderado por Gustavo Petro, Cepeda identifica la corrupción como el problema más crítico y relevante que deben superar.
El hecho de que funcionarios dentro del Gobierno nacional hayan aprovechado su posición para enriquecerse, robar o malversar la voluntad ciudadana es un tema que requiere una profunda reflexión y una rendición de cuentas ante el país.
«Este es un problema que tenemos que afrontar para darle continuidad al proyecto de cambio, un proceso que ha abierto una nueva cultura política, especialmente entre jóvenes y sectores populares», afirma Cepeda Castro.
Estamos por una integración de los pueblos latinoamericanos
En el ámbito internacional, el Gobierno de Petro ha marcado un claro cambio de tercio, desmarcándose de la tradición de ser un socio exclusivo de Estados Unidos.
Si bien se busca una relación autónoma y respetuosa con Washington, Colombia también mira hacia otros centros de decisión mundial y fortalece vínculos, como con China (a través de la Nueva Ruta de la Seda) y el bloque BRICS.
La prioridad es la integración de los países y pueblos latinoamericanos. La oleada de gobiernos progresistas ha fortalecido las instancias de diálogo e integración, siendo la CELAC un ejemplo clave de este avance.
Colombia ostenta la presidencia de la CELAC hasta 2026, lo que implica una gran oportunidad para impulsar la integración no solo en el plano político, sino también en el económico y cultural.
Este nuevo pensamiento internacional aboga por democratizar las relaciones, trabajar por la justicia social, proteger la naturaleza (la «casa común») y generar una posición de paz, lejos de la guerra.
Cepeda es consciente de la amenaza global que se cierne sobre la vida en el planeta y resalta la gran responsabilidad que tiene Colombia, poseedora de la Amazonía y su vasta biodiversidad, para proteger la vida a nivel regional y mundial.
Rechazo radical al genocidio que padece Palestina
La posición de Colombia frente a los acontecimientos en Asia Occidental representa una de las rupturas geopolíticas más notables del actual Gobierno, en contraste con sus predecesores. Colombia llegó a ser llamado «el Israel de América Latina”.
El presidente Petro se ha ubicado en el lado correcto de la historia al defender al pueblo palestino y expresar un rechazo absolutamente radical al genocidio que padece.
La postura colombiana promueve activamente la paz, el diálogo y la reconciliación en Oriente Medio, defendiendo el derecho del pueblo palestino a tener un Estado, un autogobierno y la posibilidad de vivir en paz.
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Programa original Entre Lineas en HispanTV:





