El analista internacional Juan Alberto Sánchez Marín, en una reciente entrevista concedida a HispanTV ha ofrecido una perspectiva incisiva sobre el porqué estaría Irán preparado para la agresión y la traición de otros países.
El analista sostiene que la potencia militar iraní es de tal magnitud que cualquier intento de agresión por parte de actores externos podría conducir al desastre y a la desgracia a dichas cúpulas aventureras.
Es de resaltar la resiliencia iraní, así como también la preparación constante de Teherán frente a las maniobras geopolíticas y la traición percibida en la región.
La inviolabilidad de la potencia Persa
Irán ha evolucionado de manera considerable y ya no es el mismo actor que enfrentó conflictos anteriores, pues se ha fortalecido significativamente.
Sánchez Marín enfatizó que la República Islámica es una potencia que no puede ser sometida en el corto o medio plazo, ni siquiera en un periodo tan extenso como un año, lo que augura un desastre potencial para cualquier agresor.
El país persa posee una fuerza militar robusta, dotada de la capacidad suficiente para encarar d emodo simultáneo los desafíos que se presenten desde diversas partes de Asia Occidental.
Esta postura de fuerza no es un mero alarde, sino una capacidad defensiva que sus comandantes consideran un disuasivo efectivo contra los enemigos.
La preparación militar integral es la base para enfrentar cualquier posible conflicto futuro, lo que refuerza la advertencia de que el poder de las fuerzas iraníes puede llevar a los agresores al desastre.
La presión del snapback y los intereses de Washington
Una parte crucial de la agresión percibida por Irán proviene de la activación de tácticas de presión económicas e ilegales. Un ejemplo notable es la activación del mecanismo snapback por parte de naciones europeas claves, en concreto, Alemania, Francia y Reino Unido.
El politólogo señala que esta maniobra es un intento claro de los países europeos y Estados Unidos de presionar a Teherán.
El objetivo final de esta táctica se alinea con la estrategia de favorecer los intereses de Washington e Israel en la compleja dinámica regional de Asia Occidental. La táctica de presión, percibida como desleal o traicionera, choca con la postura persa de no acatar sanciones que considera ilegales.
El fortalecimiento Post-Guerra
La profunda transformación militar que ha experimentado el país, Irán se ha fortalecido considerablemente tras la guerra criminal de doce días impulsada por Israel, Estados Unidos y la OTAN, conflicto del cual el país persa salió victorioso.
La preparación militar es vista por sus líderes como un factor de disuasión. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el general de división Sayyed Abdolrahim Mousavi, aseguró que sus Fuerzas están plenamente preparadas para enfrentar cualquier posible confrontación futura.
Irán salió victorioso de la guerra de doce días y marca una lección aprendida que ha cimentado la resiliencia estratégica del país.
Irán preparado para la agresión y la traición
La preparación militar de la República Islámica funciona como el principal mecanismo de disuasión.
El analista manifiesta que Irán esta preparado para la agresión. Es capacidad garantiza que cualquier aventura bélica contra su territorio resultará en un desastre para los atacantes.
El poder defensivo es la piedra angular de la estrategia nacional, que busca asegurar la estabilidad. Pero la capacidad de respuesta no se limita a la defensa territorial. También, implica una postura inflexible respecto a temas geopolíticos centrales, como el programa de misiles, el cual el vicecanciller iraní ha declarado innegociable.
La preparación militar disuade a los enemigos. El país esta preparado para cualquier ofensiva y no está obligado a cumplir las sanciones internacionales que considera ilegales.
La idea de un Irán «siempre listo» ante cualquier ofensiva se enmarca en una doctrina de defensa que combina poderío, experiencia y la voluntad política de resistir las presiones externas.
La doctrina de la disuasión estratégica
La acumulación de fuerza y la postura firme de Irán reflejan una doctrina cuyo objetivo principal es evitar el conflicto al hacer que el costo de la agresión sea muy elevado para cualquier agresor.
La preparación militar es un elemento clave para la disuasión. Esta estrategia geopolítica tiene implicaciones regionales amplias y severas.
Sánchez menciona la gravedad con la que Teherán ve su capacidad de proyección de fuerza al recordar que, de haber continuado ciertas hostilidades en el pasado, hoy no quedaría nada de Israel.
Tal afirmación subraya la seriedad de la postura defensiva y la conciencia de la capacidad destructiva que posee Irán.
Ver también
Entrevista original en HispanTV:
‘Potencia de fuerzas iraníes puede conducir a agresores al desastre’