La política internacional se encuentra, una vez más, en la antesala de una confrontación significativa. Los firmantes europeos del acuerdo nuclear con Irán de 2015, amparados en la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, plantean la activación del mecanismo de reversión de sanciones, conocido como «snapback».
Apartes de la entrevista concedida por el analista internacional Juan Alberto Sánchez Marín, a los informativos canal internacional HispanTV.
La Activación de snapback contra Irán surge a pesar de la alegación de que estas mismas potencias europeas no cumplieron su parte del trato. En otras palabras, pretenden imponer castigos contemplados en un acuerdo que, según la crítica, han ignorado en sus propias obligaciones.
Este escenario no se percibe como una disputa legal o un ejercicio de justicia, sino como una medida de urgencia impulsada por intereses geopolíticos complejos, así como por la subordinación de las élites europeas a agendas externas.
La realidad subyacente a esta situación es la percepción de que los círculos gobernantes europeos, carentes de integridad, priorizan los intereses foráneos y corporativos, en especial, los de Estados Unidos e Israel, por encima de la conveniencia de la propia Europa.
La controversia del «snapback» y la resolución 2231
La activación del mecanismo de snapback es el punto central de esta escalada. Los firmantes europeos, al invocar esta cláusula de la Resolución 2231, buscan restablecer las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Irán.
Sin embargo, la controversia principal radica en que, a juicio de observadores críticos, estos mismos países nunca cumplieron con sus compromisos en el marco del acuerdo nuclear.
Esta acción se percibe como una contradicción flagrante: exigir el cumplimiento y aplicar castigos de un acuerdo que, por su parte, no han respetado, intentando «evadir la realidad» de su propio incumplimiento.
Intereses foráneos y subordinación europea
Sánchez profundiza en la naturaleza de la situación, despojándola de cualquier pretensión de legalidad o justicia. Se argumenta que no se trata de decisiones de carácter legal, ni de discusiones que impliquen sensatez o ecuanimidad.
Es una medida de urgencia para los países europeos que secundan las intenciones estadounidenses e israelíes, una dinámica que, según el análisis, se ha repetido consistentemente en el pasado y no cambiará en el futuro.
La élite gobernante europea es caracterizada por su falta de integridad y su subordinación a intereses externos, corporativos y sionistas, dictados desde esferas de poder en Estados Unidos y Londres.
El Consejo de Seguridad de la ONU, un mecanismo cuestionado
La expectativa sobre el papel del Consejo de Seguridad de la ONU en este conflicto es particularmente crítica.
Se anticipa que el Consejo de Seguridad será el escenario donde se validará este «tipo de mecanismo de poder diseñado, bueno, mal diseñado, para ser automático, absurdo y además automático».
Se destaca que la validez de los argumentos de Irán sobre el incumplimiento europeo no tendrán importancia, ya que lo que estará en consideración no es la razón, sino la imposición y las conveniencias.
La estructura del Consejo, donde un solo miembro con capacidad de veto puede anular cualquier argumentación, subraya la naturaleza política y de poder de la decisión, por encima de cualquier mérito argumentativo.
Activación de snapback contra Irán será contraproducente para europeos
La activación del mecanismo de snapback contra Irán es vista como una medida que resultará contraproducente principalmente para los propios europeos y para los sionistas.
Sánchez Marín, enfatiza que si existiera sensatez en las élites europeas, no aplicarían este mecanismo “improcedente”.
La razón es clara: esta medida no hará otra cosa que causar el colapso definitivo del llamado acuerdo nuclear con Irán, lo que a su vez provocará que Irán abandone de una vez por todas el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Aunque esta decisión tendrá pocas consecuencias negativas para Irán, que ha aprendido a sortear este tipo de situaciones, sí acarreará múltiples problemas para los sionistas y, sobre todo, para los mismos europeos.
Las repercusiones geopolíticas y la postura de Irán
Las consecuencias de esta posible activación son de gran calado geopolítico.
El abandono del TNP por parte de Irán sería un punto de inflexión, alterando significativamente el panorama de no proliferación global.
A pesar de la presión, Irán es descrito como un país digno y soberano, con suficiente capacidad demostrada para que este tipo de acciones «absurdas, jactanciosas, unilaterales» no logren alterar su desarrollo o su derecho a actuar como país independiente.
La postura de Irán, en este contexto, es de firmeza ante lo que percibe como imposiciones, lo que augura un escenario de mayor inestabilidad regional y global si las élites europeas persisten en esta trayectoria, sin considerar los funestos efectos que esto podría acarrear para la región y el mundo.
Ver también
Entrevista original en HispanTV:
‘Activación de snapback contra Irán será contraproducente para europeos’